Es como si siempre nos estuvieramos despidiendo pero tambien recibiendo en otro lugar. Siempre hay algo que extrañar, algo en que pensar. Siempre hay un beso de despedida que te hace dudar, que te atrae, que te regala un poco de amor y ternura. Como decirle que no a esos labios? la respuesta esta en el camino, como siempre.
Edu ya esta buscando nuevas posibilidades laborales: recepcionista de hostel, hasta parece serio.
Y asi salimos de nuevo. Salta queda atras con sus labrios y sus recuerdos imborrables. La Quebrada de Humahuaca nos espera y Tilcara fue nuestra primer parada. El paisaje cambia y con él el ritmo. Todo se vuelve color cerro. todo es mas lento. El sol quema y con un gorrito de lana todos nos creemos coyas. Pero el gringo se me escapa. Celebramos la diversidad y pensamos que todos somos iguales.
Cosa del destino volver al mismo lugar. Cuanto han cambiado mis manos desde la ultima vez. Pero el cerro sigue igual. Todo sigue igual.
Camino a la "Garganta del Diablo".
De Tilcara con amigos de viaje nos fuimos a Purmamarca. Hermoso pueblo, con sus cerros tan coloridos, la gente tan amable, la plaza, la iglesia y la feria. Es un oasis de colores en el medio de la quebrada.
El combo incluyó la ceremonia del pesebre de la quebrada. Que lindo ver chicos tan felices, tan sonrientes, como si nada malo les pasase. Tantas caritas alegres emociona. Todo parece tan simple así. Una simple frase en los chicos: “dios nos convoca y nos compromete”. Dejemos las discusiones religiosas para otro momento, disfrutemos esta ceremonia que no se ven todos los dias.
Y asi uno siente como que el tiempo se detuvo hace rato. Bajando el ritmo, del bar salteño a la peña jujeña, de la guitarra al charango, del campo verde y humedo al cerro arido y seco, del arbol al cardon. Aca no se corre porque falta el aire. Cuanto pesan los pies. pero recien vamos una semana, el viaje recien comienza no?.