jueves, 30 de diciembre de 2010

BUSCANDO VUELVO... FIN DE AÑO.... TODO VUELVE A EMPEZAR


Termina el año. Este año que, seguramente con cierta injusticia, puedo decir se convirtió en el más trascendental de mi corta vida. Ante todo fue para mi un año de cumplir sueños, pero no solo cumplirlos, sino vivirlos. Empecé el año con muchísimas incertidumbres y lo termino con muchas de ellas pero con una simple y contundente certeza: la felicidad es el destino de cada ser viviente y, tarde o temprano, el camino nos conduce hasta ahí.

Fue un año de nuevas experiencias, descubrimientos, vivencias, momentos irrepetibles y gratas compañías. Un viaje que nació como un sueño se transformo en un camino de enseñanzas y aprendizajes invalorables. Pero todo camino deja de ser camino cuando el que camina se convierte en él. Y entonces ya no hay donde ir, sino solo, silenciosamente, contemplar y ser.
 
Les agradezco a todos los que hicieron posible que este sea “EL” año de mi vida. Son muchos y de cada uno de ustedes guardo un recuerdo en mi corazón que estremece y emociona. Les deseo que el próximo año que comienza sea para ustedes tan maravilloso e inolvidable como fue este para mi y, porque no, redoblar la apuesta y desear que sea muchísimo mejor. Entre el deseo y la acción hay un simple paso, el más difícil sin duda, pero también el mas liberador. Tengo la esperanza férrea de que cada uno de nosotros y hasta la mas minúscula partícula de vida, tengamos la fuerza y el espíritu necesario para dar ese imprescindible paso.
 
Espero seguir compartiendo momentos y cruzando caminos nuevamente con cada uno de ustedes.
 
Les envío un abrazo enorme, de mente, alma y corazón.
 
Nos estamos viendo siempre
 


Walter
America-depie.blogspot.com













 

Porque viajamos?

Viajamos por viajar. Viajamos para saber, para conocer, para aprender. Viajamos para crecer.
Viajamos porque buscamos sin saber claramente que, pero convencidos de la necesidad interior e inagotable de buscar y buscar.
Viajamos porque a veces escapamos con el corazón entristecido, queriendo ocultar ese amor en algún lugar del olvido.
Viajamos porque nos preguntamos que nos esconde el horizonte, allá a lo lejos donde el sol se apaga y la luna con sus estrellas conquistan el oscuro cielo de la noche.
Viajamos porque sentimos el llamado ancestral del camino, aquel que temprano iniciamos con nuestro primer paso de niños, esperando completarlo con un ultimo paso de ancianos envejecidos por los años, con las manos y el cuerpo agrietados por el viento del camino, pero con la certeza de haber vivido con la voluntad de un hombre libre y plenamente vivo.